miércoles, 30 de abril de 2025

La presa de Forata mitigó significativamente la riada en la Ribera al reducir a la mitad el caudal del río Magro.

En un contexto de cambio climático y fenómenos meteorológicos extremos, la gestión de las infraestructuras hidráulicas se convierte en un elemento clave para la protección de las comunidades. Un ejemplo reciente de esta importancia se observó durante la DANA del pasado 29 de noviembre, cuando la presa de Forata desempeñó un papel crucial en la mitigación de los efectos de la riada en la Ribera. 

La presa de Forata evitó que la riada en la Ribera fuera aún más devastadora al frenar la mitad del caudal del río Magro. Según la documentación remitida por el Ministerio de Transición Ecológica al juzgado de Catarroja, la vegetación de los cauces también ayudó a mitigar los daños al disminuir la velocidad del agua. 

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El informe destaca que las compuertas del aliviadero de la presa se mantuvieron abiertas durante todo el episodio, permitiendo desaguar solo cuando el agua alcanzó el nivel de los aliviaderos debido al volumen de la lluvia. La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) advirtió dos veces al Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat sobre el riesgo en la presa Forata y el aumento del caudal en el río Magro. 

A pesar de estos avisos, los alcaldes de Montroi, Real y Alfaro aseguraron que no recibieron comunicación alguna de Emergencias de la Generalitat, aunque explicaron que alrededor de las 15:20 horas se cayeron todas las comunicaciones como consecuencia del temporal. 

Este evento subraya la importancia de la gestión adecuada de las infraestructuras hidráulicas y la necesidad de una comunicación efectiva entre las autoridades para prevenir daños mayores en situaciones de emergencia. 


Fuente: Periódico El Diario

 

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